El siglo XXI exige destinar gran cantidad de recursos a I+D a la industria. Este es el camino a seguir para mantener una producción en constante evolución y acorde con la normativa vigente.
El Congreso de AEFYT celebrado el 28 de mayo aborda la situación desde diferentes puntos de vista. Debate y reflexión, de la mano de auténticos profesionales del frío, que nos ofrecen interesantes conclusiones sobre el panorama actual.
¿Cómo afectan las nuevas normativas a los fabricantes?
Por una parte, se presenta la F-gas, que no lo ha puesto fácil desde el principio ya que generó una gran incertidumbre sobre el camino a seguir. La incertidumbre, no sólo en este sector, suele tener un gran impacto por desorientación, que a su vez provoca una reacción inmediata. Cuando pasa la incertidumbre emergen 2 puntos clave que afectan al sector:
- Aumento de costes y plazos de fabricación: permite contar con un mayor stock de componentes y así un suministro constante a las diferentes alternativas.
- Aumento desorbitado de los precios de los refrigerantes.
Por otra parte, la normativa de Ecodiseño con 2 desarrollos diferentes:
- En el sector Horeca: donde se viene haciendo un esfuerzo muy importante desde 2015 en el desarrollo de productos que ofrezcan una mejor clasificación energética.
- En el sector Retail: donde se presenta de nuevo la molesta incertidumbre. Ahora la situación se contempla sin una conclusión firme en cuanto a posibles soluciones de clasificación válidas dentro de la normativa.
¿Cómo se presentan entonces las perspectivas del mercado?
Todo apunta a una mejora constante dado que los diferentes proyectos se están desarrollando. La incertidumbre que puede generar un cambio en cualquier normativa y salir de esa zona de confort provoca una situación más o menos tensa que con trabajo y esfuerzo se va remontando. Esto se ha de considerar como algo muy positivo en la industria. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Existen otros frentes abiertos a nivel global como las grandes diferencias comerciales que pueden traer consecuencias al sector.
¿Cómo afecta el nuevo consumidor final a la industria?
Desde hace unos años y debido a la gran información que posee hoy día el consumidor final, tenemos que hablar de un consumidor exigente con mayúsculas. Estamos ante un modelo de consumidor completamente activo con voz y voto. Cosa que antes no ocurría y se contaba con acceso a la información mucho más limitado.
Ahora todo va un paso más allá. A un consumidor cada vez más exigente y con esa puerta abierta a la gran fuente de información: Internet, se deben sumar otros factores que influyen en su capacidad de decisión y compra:
- Una gran ola de alimentación saludable que arrasa con la mayor parte de la población.
- Líderes de opinión que mueven masas sobre qué productos consumir y dónde comprarlos.
- Las formas de exhibir el producto en cualquier ventana, su puesta en escena y cómo está conservado.
- Cómo influye todo el proceso de fabricación en el medio ambiente, factor de peso en otra gran ola sostenible. La eficiencia energética afecta directamente a la decisión de compra del consumidor final.
¿Podemos por tanto considerar este momento como una oportunidad?
Obviamente es una oportunidad que invita a seguir innovando y progresando. Se han de satisfacer las necesidades de ese consumidor exigente y eso ahora va desde el tipo de refrigerante que utilicen las máquinas hasta cómo el frío influye en una alimentación saludable para toda la familia.